El vínculo entre las enfermedades coronarias y el colesterol en la sangre es un absoluto dogma médico. Muchos estudios han demostrado que no hay relación entre las enfermedades coronarias y el nivel de colesterol, pero estos han sido silenciados. La razón es que gracias a esta falsa asociación, millones de personas son inducidas de por vida a consumir estatina, un fármaco que fuerza a reducir el colesterol, que a pesar de tener profundos efectos adversos, es uno de los medicamentos más recetados en el mundo. Y además se ha desarrollado una industria alimentaria de "bajos en grasa" de miles de millones de dólares.
Otro ejemplo de la medicina guiada por una "ciencia secuestrada" por los intereses de lucro.