El Dr. Rashid Buttar, un médico osteópata estadounidense de Charlotte, Carolina del Norte, cree que el desarrollo de la vacuna por Bill Gates y Fauci es un engaño. Él cree que cualquiera que esté apoyando el uso de la vacuna para combatir el COVID-19 es ignorante o tiene una agenda oculta o está motivado financieramente. En el proceso de desarrollo, se ignoran los fundamentos básicos de cómo funciona el cuerpo humano y se violan o no se consideran los sistemas neurológicos, físicos, virológicos o médicos básicos. Él cree que el sistema planetario total está siendo secuestrado y las personas que tienen conocimiento guardan silencio, ya sea por presiones sociales o por miedo a perder la licencia o falsificar la condena y el encarcelamiento. También citó uno de esos casos en el que un colega suyo fue encarcelado durante cinco años y más recientemente ha publicado un libro basado en una acusación falsa y manipulación del sistema. COVID-19: la vacuna
Él cree que Fauci está trabajando en intenciones maliciosas y es un manipulador. Él también citó que Fauci tiene un pasado contaminado en 1981, quien hizo afirmaciones sobre el virus del SIDA y su cura con tres años de anticipación y los efectos secundarios de la vacuna fueron adversos.
Explica que el sistema judicial actual está controlado por los influyentes cuando el presidente Reagan aprobó una ley a través de la cual cada vez que se presenta una demanda contra el fabricante de la vacuna, es el secretario de salud quien lo defiende. Esto significa que el cuerpo judicial que se suponía que debía luchar en el caso y defender al público es la parte contra la cual se enfrenta la petición, entonces, ¿cómo se pueden descubrir los resultados verdaderos? Informó que estaba siendo bloqueado de las redes sociales y que sus últimos videos fueron retirados de Facebook y YouTube. Luego insta a apoyar al presidente Trump. Él cree que el sistema inmune está diseñado para responder a tales virus y un estilo de vida activo aumentará la inmunidad. El cierre de países está teniendo efectos económicos, sociales y mentales devastadores. No hay nada de qué preocuparse por el virus, los informes falsos y la propaganda exagerada están en su apogeo para infligir miedo y se han cumplido agendas ocultas. Él siente que el público en general tiene que ser responsable y compartir hechos y reenviar mensajes que pueden ayudar a desplegar los intentos maliciosos de la mafia corrupta en lugar de apoyarlos.