Subtitulado al español por FLC @ Frotando la Costumbre.

Relato de una madre en Halifax, Nueva Escocia, en Canadá. No soy muy partidario de las historias familiares con golpes bajos emocionales, pero hay que tomar consciencia y los psicópatas golpean debajo de la cintura a diario. Además, cuando se meten con los niños y bebés, somos muchos los que tenemos cero paciencia. Me pregunto primero si la chica a la que se alude en el video sobrevivió y luego, de ser así, si podrá volver a hacer deportes. Probablemente no: esa parece ser la mejor resolución en el estado actual de las cosas. En este caso (hay mucho peores) me llamó la atención lo particular de la encrucijada ética a la que los psicópatas someten no solo a los adultos, sino también a los propios chicos, que en muchos casos, como este, no quieren vacunarse pero se prestan a hacerlo por decisión propia, para tener acceso a una actividad deportiva que los haga felices. En esta nueva anormalidad, la de la toma final de los cuerpos, antes de poder ser feliz y hacer una actividad saludable tenés que participar obligatoriamente en un experimento genético que te puede matar. El nivel de criminalidad no tiene nombre. ¿Te importa? Porque el mundo merece una larga temporada en un calabozo, sobre todo por nuestro silencio cómplice.